Helado
Todos amamos el helado. Además de que es delicioso,
ayuda a mejorar el ánimo, ya que estimula directamente a los sentidos.
A pesar de que la mayoría de las personas
relaciona este alimento con Italia, en realidad su origen se remonta en China.
Se creó por primera vez hace 4,000 años teniendo una suave crema a base de
arroz, especias, hielo compactado y leche. Al ser difícil de preparar y de
conseguir los ingredientes, el helado era consumido por las clases altas
exclusivamente.
Marco Polo fue quien, en el Siglo XVI, extendió
la receta a toda Europa llegando después a América.
Existen millones de heladerías alrededor de
todo el mundo, pero, ¿cómo reconocer un buen helado?
Existen distintas cuestiones que pueden
ayudar a identificar a un helado de calidad.
La primera de estas cuestiones son las
vitrinas o pozos. Lo más común es que las vitrinas sean de cristal, aunque
algunas prefieren los pozzeti. Los pozzeti son vitrinas menos vistosas que
ayudan a conservar mucho mejor la temperatura. A pesar de que ninguna de estas
vitrinas indica con certeza que el helado es mejor que el otro, las
posibilidades de que el helado sea bueno en heladerías que utilizan el segundo método
son muy grandes.
El Segundo aspecto es el color del helado.
Exceptuando al de frambuesa pues libera un color intenso, todos los demás deben
de ser de colores suaves, y nada fluorescentes.
El helado debe ser cremoso y no tan frío. Es
en esta cuestión en donde muchas personas se equivocan. Un buen helado no debe
de tener bloques de hielo ni cristales. Un tip si se consume helado en casa es
el pasarlo del congelador al refrigerador media hora antes de su consumo.
Cuando se tiene sed después de comer helado es un indicador de que no es un
buen helado. Un helado realizado artesanalmente debe de contener justo la
cantidad indicada de grasa y azúcar para que el consumidor no genera esa
necesidad de beber agua después de consumirlo.
Las frutas y los ingredientes que el helado llevan son de temporada. Una
buena heladería no tendrá helado de mandarina, o de sandía todo el año.
El helado aguanta dos días antes de que empieza a perder el sabor. Esto es
el proceso normal y lo que idealmente debería durar. Si el helado dura más de
dos días, es mejor no consumirlo.
Lo mejor es que el helado se elabore en la heladería misma.
La mayoría de los heladores del país realizan helados enfocándose en la
base de sabores establecida, pero un buen heladero es el que crea nueva recetas
y no deja de experimentar con nuevos sabores.
Muchos creen que los heladeros artesanales exageran con sus precios, o los
consumidores prefieren adquirir helados más accesibles. La cuestión no es que
los heladeros artesanales exageren, sino que utilizan productos de mejor
calidad por lo que elaborarlos les cuesta más que a los heladeros comunes. Aquí
se debe de poner en una balanza la calidad y el precio del producto.
Redactado por: GT
Helado from Gaby Treviño
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