Hora de Dormir

Almohada 

¿Qué es y cómo nació ese objeto que hace que se pueda dormir cómodamente?

A pesar de que esta palabra viene del árabe mujadda, la cual significa almohadón o cojín, su origen está basado en China. 

Las primeras almohadas no eran tan cómodas como las conocemos hoy en día, sino que estaban elaboradas con materiales duros, como lo son piedra, madera, y cerámica, y no contaban con relleno alguno. De hecho, en estas culturas orientales, se creía que si las almohadas eran suaves, ellas robarían la energía del cuerpo de las personas. 

En Egipto cambiaron las cosas. Las almohadas solamente podían ser utilizadas por la clase alta, y su elaboración era considerada un arte, ya que estaban decoradas hermosamente. Los faraones utilizaban almohadas hechas con materiales preciosos como el oro, mientras que la gente común utilizaba almohadas hechas con piedra. Esto era así para reafirmar el orden social que existía. (Un dato curioso es que se han encontrado almohadas en las tumbas egipcias). Seguido de los egipcios, los romanos empezaron a usar almohadas. Estas almohadas ya eran mucho más parecidas a las que se tienen en la actualidad. Eran suaves, y como relleno utilizaban hierbas y hojas secas. Fue en el periodo medieval en donde este objeto desapareció completamente, ya que utilizarlo era considerado un símbolo de debilidad. 

En el siglo XIX estos objetos volvieron al continente Europeo y fue en la Revolución Industrial en donde se volvieron populares y se empezaron a fabricar de manera masiva. Me parece interesante la definición que la RAE le da a la palabra almohada: “colchón pequeño que sirve para reclinar sobre él la cabeza en la cama”. Imaginar a la almohada como un colchón portátil me resulta chistoso. Aunque muchos pensamos que la almohada tiene el objetivo de que se duerma cómodamente, también tiene otro objetivo realmente importante. Con la almohada, se llena el espacio del cuello logrando relajar la nuca, y manteniendo la columna vertebral recta, con esto se reduce la formación de tensiones musculares, ya que se disminuye el estrés y el cansancio acumulado en el día. 

“Dormir bien es tan esencial y positivo para el organismo como llevar una buena alimentación o practicar actividad física regularmente.” (ACHS, s/f) Es esencial dormir bien (entre 7 y 8 horas diarias) para lograr descansar realmente. Con esto logrando recuperar energía, regenerar células, ayudar a mantener un peso adecuado, cuidar el corazón, mejorar la capacidad de intelecto, incentivar la coordinación física, controlar enfermedades como la hipertensión y la diabetes, entre muchas otras cosas. 

Dormir es sano tanto como para el cuerpo, como para la mente. “Nuestra vida está en gran parte compuesta por sueños. Hay que unirlos a la acción.” (Anaïs Nin) Lleva a la acción todos esos sueños que experimentas al dormir, recuerda que debes ejecutar esas grandes ideas y jamás rendirte. Y ahora, a dormir.

Almohada de Gaby Treviño